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Lagarto verdinegro. Sierra Norte de Guadalajara

Al vivir en un hábitat, no sólo rural, sino tirando a asilvestrado, salvaje o mejor, en medio de la Naturaleza, convivimos con compañeros de fauna silvestre que no sienten especial respeto por la propiedad privada. Esto hace que se nos cuelen diversos animales más o menos agradables a los que intentamos mantener a una prudente distancia de la vivienda…aunque tenemos que compartir jardín, terreno común de plantas y animales, incluidos los humanos.

Uno de los compañeros veraniegos es un lagarto ocelado. Vive en una zona de plantas y piedras y todos los días sale a tomar el sol.  Compartimos el espacio con respeto pero sin agresividad, él no se acerca más de la cuenta y nosotros procuramos no meter mucho las manos por las plantas de su territorio. Es un cliente fijo en la casa rural Al Viento del Ocejón.

lagarto ocelado

lagarto ocelado

Pero un día de verano, paseábamos por uno de nuestros lugares favoritos de la sierra del Ocejón,  de los más frescos y húmedos, donde siempre llevamos los ojos bien abiertos por si encontramos algún animal o planta poco acostumbrados a vivir en este lado de la sierra de Ayllón. Pues ahí mismo, tomando el sol en una piedra muy cerca del agua nos topamos con un precioso lagarto verdinegro.

Así  es como encontramos otra de las joyas naturales de nuestra sierra. El lagarto verdinegro es un endemismo de la Península Ibérica que habita principalmente en la mitad norte, en regiones eurosiberianas. Necesita ambientes con humedad. Aquí lo encontramos muy cerca de un arroyo de aguas limpias, de los pocos que no se llegan a secar en lo más álgido del verano.

Es  una zona con álamos y sauces en las orillas del arroyo y de robles melojos con algunas zonas clareadas por la acción humana, con numerosas cercas de pizarra semiderruídas. Ahí,  entre las pizarras, muy cerca del agua pudimos ver un ejemplar de preciosos colores azules brillantes y verdes llamativos.

lagarto verdinegro

lagarto verdinegro

Estos reptiles están protegidos, y siempre son un regalo para la vista. Él se dejó fotografiar y nosotras admiramos su vistosidad.

Objetivo Pueblos Negros

 

Cada semana con mi cámara al hombro, mi fiel perro, compañero de tantas aventuras por estas montañas y mi hambre por descubrir rincones y paisajes nuevos me pierdo por estos pueblos y su entorno en busca de la fotografía imposible, esa que por muchas que haga me faltará siempre.

Fotografiando

Cada día descubro una luz diferente a las anteriores, texturas, incluso olores que desearía plasmar en una fotografía. Busco la Naturaleza en plena efervescencia,  a mi paso salen corzos, zorros y aves rapaces o coloridos pajarillos que intento atrapar con mi objetivo a pesar de las dificultades que provoca mi travieso compañero que sale corriendo y ladrando alegremente detrás de cada animal que se mueve por el bosque o entre las jaras ¡Quieto Boss!! le digo en voz baja, pero  este ya va corriendo veloz detrás de la pieza que al cabo de un rato de carrera le mirará desafiante desde una distancia segura.

corzos

La vegetación que me rodea también es foco de atención de mi cámara, en primavera las fotografías se llenan de color gracias simplemente a las pequeñas flores de intenso colorido, o  a los verdes primerizos que cubren el paisaje. Pero sin duda es el otoño, el rey del color en la fotografía.

agallón

 

Subimos fuertes pendientes para poder fotografiar a vista de pájaro los valles y pequeños pueblos que los salpican. Desde lo alto de las montañas, sentimos mejor la inmensidad de la soledad que transmite la Sierra de Ayllón, grandes extensiones de naturaleza sin apenas  población, abruptos perfiles escarpados, profundos barrancos labrados por ríos y arroyos.

Desde las alturas

 

De las cumbres bajamos a la profundidad de los barrancos en busca del agua. Quiero capturar el movimiento en las cascadas y constantes saltos que se forman. O bien, en los remansos, intento captar la vegetación acuática bajo las transparencias….y también los reflejos que persigo…….buscando…..¡qué se yo!

reflejo en el agua

 

De regreso a casa me voy encontrando con el ganado que hasta hace no mucho tiempo fue el principal motor de la economía tradicional de la zona. Fotografío las vacas negras como el azabache, sus terneros, las ovejas y sus guardianes, los fieros mastines, consiguiendo fotografiar la amistad imposible entre estos y mi pequeño compañero.

perros y vaca (2)

 

Ya con los pies en tierra, me encuentro con el mundo rural, sus gentes y sus pueblos, y enfoco mi cámara….disparo a los rincones que no por conocidos dejan de atraerme y descubrirme nuevas visiones.  Los Pueblos de la Arquitectura Negra están aún por descubrir. Yo lo intento cada día con  mi cámara, diferenciar sus matices, ver los diferentes colores del negro que está lleno de azules, tierras, morados. Recovecos escondidos, plazas algo difusas, pequeñas iglesias de bellas espadañas, calles desperdigadas con el encanto del desorden, hermosas ruinas que me muestran su propensión a volver a formar parte de la propia tierra…cada pueblo es diferente de los demás, a pesar de que todos tienen en común la unidad con el entorno natural donde se asientan. Nunca me canso de fotografiarlos y nunca consigo sacar lo que veo, pues siempre es igual pero siempre es diferente.

calle arquitectura negra

Desde la Casa Rural Al Viento del Ocejón, agradecemos a Javier, con su compañero de andanzas Boss, todas las fotografías que nos regala. Por eso he tratado de imaginarme y escribir sobre las vivencias de este aficionado a la fotografía y su inseparable perro.

 

 

 

 

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Los colores del Ocejón

 

Estrenamos Blog y nuestra primera entrada tenía que ser sin duda para hablar del Pico Ocejón que  generosamente  nos ha prestado su nombre. Es una de las montañas más emblemáticas de la provincia de Guadalajara y su silueta ya se aprecia desde la capital. Cuando el viajero se acerca a la sierra se muestra diferente, según el día, entre nubes, blanco de nieve o transparente azul.

Ocejón 2

Ya  en  la Sierra del Ocejón, o del Robledal, como también se la conoce, sus colores varían caprichosos, y hasta pareciera que también su silueta  es distinta. Aparece majestuoso por encima del perfil montañoso  que nos rodea al oriente del valle. Desde Aquí la cima se dibuja nítida en forma de cresta de pizarras en compañía del  Ocejoncillo.

Por las cumbres del Ocejón asoma el sol cada mañana, iluminando el amanecer hasta que descubre resplandeciente el monte, con sus infinitos y cambiantes matices minerales y vegetales.

Ocejón 3

Cuando más espléndido luce es, sin duda, en el ocaso, cuando el sol se pone entre las montañas que bordean el oeste, el Pico de San Cristóbal y la Sierra de El Cardoso. Entonces sus reflejos se tornan rosas, anaranjados, rojos… según la hora, la fecha, el tiempo…

ocejón 1

Dejarse embeber por los colores del Ocejón es una actividad nunca repetida, ya que a cada momento nos sorprende con una nueva paleta de colores.

El Ocejón juega, aparece y desaparece entre las nubes, a veces se cubre por completo y otras solo su cima con las caprichosas formas de las nubes a media ladera.  A veces nevado o de ocre de roble en otoño,  verde de primavera con el acento de la gayuba que tapiza las zonas más altas.

Desde cualquier rincón del valle su imponente presencia protectora se deja sentir, silenciosa y serena para admirar en todos sus tonos del casi negro como el  mineral de su entraña  hasta al rojo que engalana nuestros atardeceres.

Ocejón0