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Venta de la Vieja. Viajar en invierno

Vamos a hablar un poquito de la Venta de la Vieja, puerta natural que comunica la Raña con Siberia, o lo que es lo mismo, Campillo de Ranas y Majaelrayo, con Cantalojas (algún día hablaremos de” La Raña y Siberia” en una entrada conjunta con nuestros amigos de la casa rural Valdicimbrio).

collado de la Vieja nevado

         Collado de la Vieja nevado

 

De Majaelrayo a Cantalojas va una cañada, y hasta hace un tiempo, cuando venían miles de cabezas de ganado trashumante, al llegar a los pastos de Sonsaz, que están verdes y frescos en pleno verano, se quedaba allí buena parte de la cabaña ganadera venida desde los Montes de Toledo y Sierra Morena.

valle

caminando hacia el fondo del valle

valle

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Justo al coronar el puerto del collado la Vieja, bajaban por un corto vallecito por el que discurre un arroyo que nace en una turbera y que es todo pasto. En invierno la nieve suele cubrir estos pastos dejando al descubierto sólo el pequeño arroyo de La Vieja que serpentea por estos parajes, entre enebros, pinos y brezos. Los robles irán ganando terreno según nos adentremos en el valle.

Caminando por la nieve

Caminando por la nieve

 

Casi en la junta del arroyo de la Vieja con el Sonsaz, había dos edificios muy importantes: una ermita y una venta de los que quedan las ruinas de pizarra nada más.

Vista  panorámica de la venta y entorno

Vista panorámica de la venta y entorno

 

La ermita de Santa Ana era una ermita sencilla y muy pequeña, pero era un lugar obligado para los trashumantes ya que daban una misa al llegar para dar las gracias por el buen viaje que habían tenido después de casi un mes cruzando media Meseta.

Vista de la ermita de Santa Ana

Vista de los restos de la ermita de Santa Ana

 

Y reza el dicho: Santa Ana bendita, tú que vas sin cabeza ni brazo….y ni los más viejos de estos lugares se acuerdan cómo sigue, pero tenía varias estrofas!

Hoy, de esta ermita no quedan más que los restos de cuatro paredes de pizarra en una hermosa pradera.

La Venta de la Vieja era un lugar de parada y fonda para los ganaderos. Allí hacían noche y tenían comida. De esta venta, quedan también las ruinas con un techo a punto de hundirse del todo. Su futuro, como el de la ermita será volver a formar parte del medio natural en forma de pizarras esparcidas por el suelo.

Venta de la Vieja semiderruida

Venta de la Vieja semiderruida

 

ruinas de la venta de la Vieja

ruinas de la venta de la Vieja

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

El paraje del que os hablo es precioso: hay una turbera justo enfrente de las ruinas de estos edificios y un cerezo centenario gigantesco……¡¡el cerezo más grande que hemos visto nunca!!

Turbera

Turbera

Cuántas historias habrá vivido ese cerezo, cuántas siestas de andaluces y extremeños debajo de su copa, cuántas peleas, cuántos amoríos,…

cerezo centenario

cerezo centenario

viejo tronco del cerezo

viejo tronco del cerezo

 

Hasta llegar a la venta el camino es muy bonito, caminando entre pastos hasta el fondo del valle. Según vamos llegando nos quedamos impresionados con el valle del Sonsaz que lo vamos viendo a nuestra izquierda para encontrarse con el arroyo de La Vieja justo detrás de estas construcciones, donde se abre otro espectacular valle, con una gran pared de cuarcita: la Peña del Recuenco que tiene algunos Quercus petraea, además de serbales, mostajos, arces de Montpellier…aunque por estar muy cerca del invierno, apenas podemos distinguirlos.

Peña del Recuenco

Peña del Recuenco

 

Es un lugar tan hermoso que pensamos que se merece una nueva entrada cuando llegue la próxima primavera y podamos hablar de la vegetación que rodea este abandonado paso tan importante en un tiempo para la trashumancia.

Para hacer esta ruta y otras muchas en la Sierra de Ayllón y Sierra Norte de Guadalajara puedes alojarte en nuestra casa rural Al Viento del Ocejón

 

Flores del viento
Flores del viento

Flores del viento

Cuando abrimos nuestra casa rural Al Viento del Ocejón, en los pueblos de la arquitectura negra de Guadalajara, en la sierra del Ocejón, al sur del Macizo de Ayllón, no conocíamos una preciosa flor que se encuentra un poco más al norte, en la zona de Cantalojas.

Pulsatilla rubra

Un amigo nos envió una foto de nuestra flor, “la flor del viento”, hemos tardado demasiado tiempo en poder ir a verla al natural, pero este año nos propusimos que no se nos volviera a pasar el momento y allí nos fuimos el sábado 9 de mayo.  Se trata de la Pulsatilla rubra, de color morado o púrpura. Es propia de climas fríos, zonas de alta montaña y difícil de encontrar por la zona centro y mitad sur de la península. Es de la familia de las ranunculáceas y se llama flor del viento o flor de pascua. Una auténtica rareza por estas latitudes.

flor del viento a punto de abrir

flor del viento a punto de abrir

Es una  de las primeras flores de la primavera tras la retirada de las nieves. La descubrimos en un entorno  de turberas y bosques de pinos, nos resulta sorprendente ver la cantidad de flores  que se reparten por la pradera y lo vistosas que resultan entre los verdes, con los pétalos morados y un estambre amarillo, muy vistoso.  También destaca la vellosidad en el tallo y en la parte externa de los pétalos. Las vemos en todos los estados posibles, desde  casi cerradas  a esplendorosamente abiertas, incluso vemos alguna que ya ha perdido su flor, y que a pesar de ello no pierde su belleza al mostrar una especie de capullo piloso muy suave y agradable al tacto.

flor del viento abierta

flor del viento abierta

Una vez perdida la flor

Una vez perdida la flor

Entorno

Entorno

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Antes de abrir

pilosidad que las protege

Se aprecia la vellosidad que las protege

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Una belleza más que nos podemos encontrar en esta  Sierra de Ayllón, desconocida, sugerente y sorprendente.

 

 

 

Los riscos del Coso, un viaje al pasado

 

enigmática cabeza

enigmática cabeza

 

Una de las rutas más espectaculares de la sierra de Ayllón , es la carretera que une Majaelrayo y  Riaza, por el puerto de la Quesera. Carretera de montaña, estrecha y sinuosa, con subidas y bajadas constantes y con impresionantes vistas de la sierra, sus picos emblemáticos, cordales y collados. Hay abundantes cambios de vegetación, desde encinas, arces de montpelier, serbal de cazadores , pinos silvestres,  hayas y toda la corte de plantas que acompaña a estos árboles.

En uno de los tramos acompañamos durante unos kilómetros al arroyo Veguillas que va al encuentro del Jaramilla.  Ahí nos sorprenderá un espectáculo natural: Los riscos del Coso.

riscos del Coso desde el río

riscos del Coso desde el río

Son picachos con formas extrañas que nos hacen volar la imaginación encontrando figuras de  cabezas, caras de seres ancestrales. Ya que por aquí tenemos la llamada “muralla china” ¿por qué no un “Moai” de la isla de Pascua?

Estas formaciones rocosas que están a unos 1200 metros de altitud junto al arroyo Veguillas, forman barrancos que bajan  desde cotas más altas donde se puede encontrar  vegetación de zonas más frías y de mayor altitud. Hay Quercus petrea, un roble de zonas de montaña, algunas hayas y turberas en las zonas elevadas. Incluso el agua que corre por el lado de la carretera procede de esas turberas y podemos encontrar plantas de ese ecosistema.

barranco 1

Vista de barranco desde lo alto

 

 

 

 

 

 

 

 

Pero nos quedamos admirando el paisaje y preguntándonos de donde han salido esas formas extrañas, qué son esas rocas, de donde proceden. Son rocas muy antiguas y tienen una historia que me hace estremecer solo al pensar que es la historia del suelo que pisamos en la actualidad.

Para  no perderme me voy a mi naturalista y geólogo de cabecera, mi amigo Joaquín Castelo que pacientemente siempre trata de saciar mi curiosidad y ¡más difícil! que lo entienda.

Hace millones de años había una enorme cordillera, que iba desde los actuales Apalaches hasta el lugar donde ahora se encuentra el Himalaya, con montañas altísimos de 7000 y 8000 metros. Era la cordillera Hercínica o Varisca. Esa cordillera sufrió una gran erosión y después quedó sumergida bajo las aguas del mar, a unos 4000 o 5000 metros. En las profundidades del mar sufrieron un proceso de transformación, convirtiéndose en rocas metamórficas: pizarras, más blandas y fáciles de romperse y cuarcitas, mucho más duras. Pero la Tierra de nuevo se reinventó con la orogenia Alpina y estas montañas volvieron a elevarse sobre el nivel del mar, de ahí el actual relieve de la sierra de Ayllón, con montañas mucho más modestas en altura que la antigua cordillera.

Eje norte sur de de estas antiguas cuarcitas

Eje norte sur del antiguo pliegue fracturado

Pues bien, los riscos del Coso son parte de una alineación de cuarcitas armoricanas (material de la antigua cordillera hercínica) que cruza la comarca de norte a sur. Forman parte de un antiguo pliegue de la cordillera varisca fracturado por la orogenia alpina, donde el hielo se introdujo por los grandes escarpes verticales haciendo de escultor de esas caras, rompiendo la roca hasta formar grandes monolitos que encontramos a ambos lados de la carretera durante todo el tramo por el Veguillas. Toda la cuenca del Veguillas y sus afluentes conforma uno de los rincones más enigmáticos y más bellos del Macizo de Ayllón.

Ambos lados del arroyo Veguillas

Ambos lados del arroyo Veguillas

Esta alineación de cuarcitas comienza en la Ermita de Hontanares, en Riofrío de Riaza, cruza la Quesera y delimitando el curso del Jaramilla, continúa hacia el sur por los cerros del Águila, la Cabeza de Cabida y el San Cristóbal. Este último lo tenemos siempre a la vista desde aquí, en la depresión que se forma en Campillo de Ranas y El Espinar, y que también se levanta sobre sedimentos de la antigua cordillera. De manera que las caras de la Isla de Pascua Ayllonenses o del Coso y nuestro San Cristóbal  son parte de la misma formación.

esculturas naturales

esculturas naturales

Estas antiguas formaciones rocosas han visto durante millones de años como se transformaba el paisaje lentamente junto a diferentes formas de vida que han ido pasando. Hasta que un día apareció una especie que se denominó  a sí misma sapiens sapiens, que ya es arrogancia!! Por primera vez, una especie viva alteró a una rapidez desconocida hasta ese momento, los paisajes de la Tierra.

Este año 2015, los muy antiguos y venerables riscos del Coso, asistirán a un evento totalmente desconocido que agrupará más seres humanos de los que hayan pasado por aquellos parajes en millones de años. La vuelta ciclista a España pasará a sus pies. Será un buen momento para disfrutar de un hábitat generalmente solitario y descubrir las maravillas del mundo natural, concediéndoles el debido respeto que se merecen estas esculturas naturales que nos hablan de un tiempo glorioso para Gaia, nuestro planeta, que un día fue divinizado por los primitivos humanos y hoy es, en demasiadas ocasiones, masacrado.

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Os esperamos en cualquier época del año y especialmente, este 2015, en septiembre, en la vuelta ciclista que recorrerá los pueblos negros de Guadalajara para cruzar la sierra hasta Riaza.

 

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Los pueblos negros se visten de blanco

Atravesamos lo más crudo del invierno, la sierra se cubre de blanco y sobre los pueblos negros cae también la nieve. El Ocejón luce espléndido con lo que nuestra amiga Yolanda, llama su mantilla blanca.

El Espinar nevado

El Espinar nevado

La nieve nos deja preciosas imágenes. En estos días las redes sociales se inundan de fotografías que tanto pobladores como visitantes no paramos de hacer. Pueblos, arroyos, montañas y ríos trasladan a los habitantes de la ciudad la belleza de las nevadas.

era nevada

 

Los habitantes de la sierra disfrutamos de bellos paisajes y también de algunos problemas bastante serios en ocasiones. Vivir en lugares con una baja densidad de población provoca sufrir el abandono de Administraciones y grandes empresas que se deberían ocupar de que no faltasen los servicios mínimos.

Sin embargo esta situación tiene que tener alguna virtud que nos engancha y hace que no se repita el éxodo rural hacia las ciudades que tuvo lugar hace unos años

carámbanos de hielo sobre las fachadas

carámbanos de hielo sobre las fachadas

Vivir en plena naturaleza a veces es duro pero enseña a ver la vida de una manera diferente. El hombre siempre se ha empeñado en dominar y transformar la naturaleza. Sólo en algunas culturas y en el caso de Occidente, algunas personas, intentan aprender para poder convivir con ella. Lo natural no siempre es amable, y a veces, es implacable. Nosotros somos una parte de esa Naturaleza, no sus dominadores. Si cambias el curso de un río, lo retienes o construyes tu vivienda por donde antes discurría el agua, puede que no pase nada, o puede que un día la naturaleza impetuosa y obstinada vuelva a sus orígenes, destruyendo todos los obstáculos a su paso.

hielo y agua

hielo y agua

Por eso te haces consciente de tu vulnerabilidad ante cualquier fenómeno atmosférico que se desate con cierta fuerza. Sin llegar a la inconsciencia, es agradable pasear entre un bosque bajo la lluvia o la nieve, escuchando el sonido del viento, tus pisadas en la nieve, los diferentes sonidos que te llegan y no conoces, solos tú y la Tierra.

bosque en invierno

bosque en invierno

Esta sensación de pequeñez ante los fenómenos naturales, lejos de hacerte huir a zonas más seguras y predecibles, te arraigan cada día un poco más a la tierra en su estado más primario.

paisaje helador

paisaje helador

Aquí podemos apreciar claramente las diferentes estaciones del año sin mirar el calendario, según la llegada de las aves y sus cantos, las diferentes etapas de las plantas, los olores, los colores….

Herrerillo en el comedero

Herrerillo en el comedero

Entre enero y febrero tenemos las temperaturas más bajas. La nieve nos visita con más persistencia. El sol de invierno con su luz fuerte y dura nos regala días preciosos de temperaturas engañosas y un fenómeno que da frío solo por verlo pero que siempre nos maravilla, la cencellada, donde el hielo cubre de escarcha las plantas y el paisaje que adquiere un aspecto mágico y helador.

cencellada

cencellada

 

cencellada

cencellada

centellada

centellada

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

El invierno es una magnífica época para viajar y disfrutar de la Naturaleza casi en soledad….sólo apto para personas humildes y sensibles ante la grandeza de las experiencias de lo natural.

Caminando hacia la primavera

Caminando hacia la primavera

La Tierra de Ayllón

«Hubo un tiempo en el cual la Tierra de Ayllón se encontraba toda cubierta de bosques.

Orión, el gran cazador, se paseaba por sus dominios en compañía de un oso, un lobo y un buitre. Porque Orión a pesar de su fortaleza, sólo cazaba lo necesario para comer y para eso se enfrentaba a sus presas de igual a igual. Siempre que mataba una presa subía a dar las gracias a la Montaña Sagrada de Ayllón.

Montaña sagrada del Alto Rey

Montaña sagrada del Alto Rey

 

Entonces comenzó la Edad de los Hombres. No respetaron esta Tierra, no solo cazaban para comer, disfrutaban matando, incluso entre ellos mismos.  No respetaban las plantas ni los animales. Entonces Orión abandonó esta Tierra en busca de los cielos. Desde allí arriba protege a su amada Tierra de Ayllón y trata de contrarrestar el voraz apetito destructivo de la raza de los Hombres.

 

Sus inseparables amigos, el oso, el lobo y el buitre se convirtieron en montañas y formaron un triángulo mágico dentro del cual todos los animales y todas las plantas se sienten seguros.

Lobo por la Tierra de Ayllón

Lobo por la Tierra de Ayllón?

 

Buitre

Buitre en el cielo del Macizo de Ayllón

Miles de años después, justo en el solar donde antes se encontraba la morada de Orión y sus fieles amigos, deciden construir el Palacio del Viento….…¿casualidad?…….evidentemente… NO!!! «

Palacio del Viento Casa rural Al Viento del Ocejón

Palacio del Viento
Casa rural Al Viento del Ocejón

 

 

 

 

Esta bonita historia nos la ha regalado nuestro buen amigo Joaquín Castelo, que además de ser un gran naturalista y amante de esta Tierra de Ayllón en la que vive y de la que conoce cada rincón, sabe contarnos estos relatos. Le agradecemos sus historias, las imaginarias y las reales y muchas fotografías que utilizamos, sobre todo las de las montañas.

El triángulo mágico lo forman el Pico del  Lobo al noroeste, el más alto de todos, domina sobre varias tierras y está en el límite de Ayllón.

Pico del Lobo

Pico del Lobo

La Buitrera al norte, domina imponente los bosques húmedos, ahí se encuentra La Tejera Negra con sus bosques de robles, tejos milenarios y espectaculares hayas.

La Buitrera

La Buitrera

Más al sur está nuestra montaña mágica, El Ocejón, donde alguna vez habitaron los osos a los que debe su nombre. Nos protege envolviéndonos en colores.

Pico Ocejón

Pico Ocejón

Vivimos en una llanura compuesta por los sedimentos de  lo que en un día lejano fueron altísimas montañas de hasta de 7000 metros, incluido nuestro querido Ocejón, en un valle colgado entre la Sierra del Ocejón  y el profundo valle del  Jarama.

La montaña sagrada, que lo sigue siendo, es el Alto Rey, un lugar muy especial en la Tierra de Ayllón.

 Alto Rey

Alto Rey

En los días del largo invierno amanecemos viendo la cumbre nevada del Ocejón y entramos en la noche mirando como cruza el cielo el hermoso e imponente Orión. En la lejanía sentimos la presencia del  Lobo , La Buitrera y la sagrada montaña de El Alto Rey.

Cae la noche sobre la Tierra de Ayllón

Cae la noche sobre la Tierra de Ayllón

 

 

Azucenas silvestres en los Pueblos de la Arquitectura Negra de Guadalajara

La Lilium martagon o azucena silvestre es una de las plantas silvestres más espectaculares que podemos encontrar en la Sierra del Ocejón con sus  grandes y vistosas flores de color rosa fuerte con manchas púrpuras.

Pueden alcanzar entre 1 y 1,5m de altura. La planta nace desde un grupo de hojas de forma lanceolada. A medida que crece se forma el tallo del que salen en la parte superior grupos de hojas y  varias flores separadas unas de otras.

Lilium martagon

Lilium martagon

La forma de los pétalos es muy peculiar, curvándose hacia arriba hasta modelar una flor redondeada formando una especie de corona. En el centro cuelgan los estambres y el pistilo anaranjados. Esta disposición de los pétalos y el color les da un atractivo que las hace difícil pasar inadvertidas.

No es el aroma precisamente una cualidad de esta planta, sus flores desprenden un olor algo desagradable que atrae a las moscas, encargadas de su polinización.

La Lilium martagon es una planta eurosiberiana. Necesita lugares frescos y húmedos,  pero si tiene agua en abundancia se la puede encontrar en laderas soleadas. Aparece en zonas montanas, en los bordes de bosques de robles, hayas y pino albar.

Bosques frescos y húmedos

Bosques frescos y húmedos

En este lado de la sierra es muy escasa, pero ha conseguido mantenerse y asentarse en algunos lugares entre bosques húmedos de robles.

Al no ser terreno apropiado para disfrutar de las preciosas flores de algunos megaforbios (comunidades de plantas herbáceas de talla elevada con abundantes  y grandes hojas que les dan un aspecto exuberante, se desarrollan en terrenos preferentemente frescos, sombríos y húmedos, las podemos encontrar en la Sierra de Ayllón aunque en zonas más septentrionales) las recibimos como un auténtico regalo del verano.

Florecen en julio. Desde  junio nos adentramos en sus dominios, buscando y esperando con ilusión el momento de la floración, las seguimos casi día a día en su crecimiento, desde que descubrimos las primeras hojas hasta que se aparecen los capullos y finalmente se abre la maravillosa flor. Por su escasez, cada año las contamos para ver la variación en el número de ejemplares.

El principal riesgo para esta planta es la recolección, que está totalmente prohibida, y la más natural desaparición por el paso de ganado o de otros animales de la fauna silvestre.

Si sales a caminar y tienes la suerte de encontrarlas, aunque te tiente, piensa que las flores silvestres donde lucen más esplendorosas es en su medio. Puedes emocionarte observando su belleza y la del entorno,  pero no la arranques, se marchitará rápidamente.  Hay preciosas azucenas cultivadas para la ornamentación de jardines o ramos de flores con deliciosos aromas.

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Respeta las plantas para que vuelvan a repetir su asombrosa explosión de luz y color cada año.

 

Lagarto verdinegro. Sierra Norte de Guadalajara

Al vivir en un hábitat, no sólo rural, sino tirando a asilvestrado, salvaje o mejor, en medio de la Naturaleza, convivimos con compañeros de fauna silvestre que no sienten especial respeto por la propiedad privada. Esto hace que se nos cuelen diversos animales más o menos agradables a los que intentamos mantener a una prudente distancia de la vivienda…aunque tenemos que compartir jardín, terreno común de plantas y animales, incluidos los humanos.

Uno de los compañeros veraniegos es un lagarto ocelado. Vive en una zona de plantas y piedras y todos los días sale a tomar el sol.  Compartimos el espacio con respeto pero sin agresividad, él no se acerca más de la cuenta y nosotros procuramos no meter mucho las manos por las plantas de su territorio. Es un cliente fijo en la casa rural Al Viento del Ocejón.

lagarto ocelado

lagarto ocelado

Pero un día de verano, paseábamos por uno de nuestros lugares favoritos de la sierra del Ocejón,  de los más frescos y húmedos, donde siempre llevamos los ojos bien abiertos por si encontramos algún animal o planta poco acostumbrados a vivir en este lado de la sierra de Ayllón. Pues ahí mismo, tomando el sol en una piedra muy cerca del agua nos topamos con un precioso lagarto verdinegro.

Así  es como encontramos otra de las joyas naturales de nuestra sierra. El lagarto verdinegro es un endemismo de la Península Ibérica que habita principalmente en la mitad norte, en regiones eurosiberianas. Necesita ambientes con humedad. Aquí lo encontramos muy cerca de un arroyo de aguas limpias, de los pocos que no se llegan a secar en lo más álgido del verano.

Es  una zona con álamos y sauces en las orillas del arroyo y de robles melojos con algunas zonas clareadas por la acción humana, con numerosas cercas de pizarra semiderruídas. Ahí,  entre las pizarras, muy cerca del agua pudimos ver un ejemplar de preciosos colores azules brillantes y verdes llamativos.

lagarto verdinegro

lagarto verdinegro

Estos reptiles están protegidos, y siempre son un regalo para la vista. Él se dejó fotografiar y nosotras admiramos su vistosidad.

Al Viento

 

“Al Viento del Ocejón” nombre de nuestra casa. En su momento ya hablamos de los colores del Ocejón, una de las montañas más emblemáticas de Guadalajara. Ahora nos acercaremos a los vientos. No existe el viento del Ocejón, aunque en esta zona soplen los vientos con cierta frecuencia, su procedencia y trayectoria son distintas.

El origen de “Al Viento” está en una canción que habíamos escuchado muchas veces y que nos traía a la mente imágenes de libertad.

Nubes que anuncian cambios

Nubes que anuncian cambios

Pero los vientos tienen mucho que ver con el clima y con la vegetación que nos podemos encontrar.  Así pues vamos a hacer un homenaje al dios Eolo en nuestra sierra.

El macizo de Ayllón es una comarca montañosa muy particular. Forma una unidad compleja con diferentes sierras y valles fluviales con una orientación peculiar, que hace que los vientos y las borrascas según por donde entren puedan crear zonas de vegetación muy diversificadas. Si se encuentran con montañas, estas hacen de barrera natural impidiendo que los fríos penetren en la vertiente sur. Pero hay corredores y collados por donde se adentran las masas de aire conformando las temperaturas y la pluviometría  que tanta incidencia tendrán en el aspecto físico de nuestro paisaje.

Frío del norte

Centrándonos en la sierra del Ocejón, así soplaría el aire:

Al encontrarnos en la vertiente más resguardada de las montañas, la incidencia de los vientos fríos del norte no es tan acusada, efecto fohen. No obstante, cuando hay nieve en las montañas y sopla viento del norte, este es seco y helador. Una vez que el viento sobrepasa las cumbres nevadas, aumenta su velocidad y desciende por las laderas trayéndonos directamente hasta aquí el frío de la nieve.. Los días de viento del norte, hay que cubrirse bien hasta las orejas.

El frío y el viento hacen que se formen olas de hielo

El frío y el viento hacen que se formen olas de hielo

Los vientos procedentes del este apenas llegan hasta aquí ya que el Ocejón  se encuentra en su trayectoria y les impide el paso.

Por el noroeste, desde el macizo del Pico del Lobo (Cebollera y Lobo) nos vienen vientos fríos y húmedos que penetran a través de los collados o pasos naturales de las montañas. Nos dejan lluvias en otoño y primavera y nevadas en invierno. Ello permite la supervivencia de pequeños ecosistemas con vegetación más propia de latitudes norteñas y podemos encontrar especies como Quercus petrea o  Lilium martagon, plantas ya eurosiberianas, que se refugian en lugares muy húmedos que mantienen el suficiente grado de humedad incluso en verano. Con el calor también podemos encontrarnos con  un amigo estimado y raro de ver por aquí, el lagarto verdinegro.

Nubes en el macizo del Lobo

Nubes en el macizo del Lobo

Desde el suroeste y por el valle del Jarama la cordillera permite que las borrascas de Portugal lleguen a la Sierra de Ayllón, hasta el Ocejón. Los vientos Ábregos son los responsables de la mayor parte de las precipitaciones que tenemos por aquí y además suavizan el clima de toda esta vertiente sur, permitiendo la llegada de la vegetación Luso- Extremadurense hasta la zona de Campillo y otras zonas vecinas. El valle del alto Jarama hace de pasillo para este tipo de vegetación.  Hay maravillosos bosques de alisos en todo el Jarama hasta el Vado y La Vereda. Aparecen encinas, ruscos,  madroños y lentiscos e incluso algún alcornoque.

Y desde el sur, nos llegan vientos ascendentes cálidos y secos. Es muy propio del verano que en las horas centrales del día se levante un aire seco y constante. En la canícula los arroyos estacionales se secan, aunque nunca nos llega a faltar el agua procedente de las montañas más altas, por lo que no pasamos sed. Por fortuna los veranos son cortos y las noches suelen ser frescas para vivificar plantas, animales y personas.

El final de la primavera y el verano es también el tiempo de las tormentas, que pueden resultar bellas y dañinas en muchos casos. En días calurosos la tierra se recalienta y el aire cálido ascendente se encuentra en altura con aire frío cargado de humedad formándose las tormentas que en nuestra sierra han sido motivo de terrores, hasta el punto, de que es posible que la gran cantidad de cruces de cuarcita que encontramos en fachadas y tapias tengan su procedencia en la protección contra las tormentas. Nombres como Majaelrayo son evocadores de este fenómeno meteorológico.

Tormentas primaverales por el oeste

Y así nos encontramos a merced de los diferentes vientos, según entran por un lado o por otro, lo que hace que se produzca en un pequeño espacio la maravilla de encontrarnos una flor eurosiberiana como la preciosa Lilium martagon (azucena silvestre)  a escasos kilómetros del Rusco, propio de zonas más cálidas.

 

Lilium martagon

Lilium martagon

 

Rusco

Rusco

 

Al Viento,

la cara al viento,

el corazón al viento,

las manos al viento,

al viento del mundo

 

 

 

 

 

 

 

 

                                                                                                                                                                                                                                                            Al Viento

                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                  la cara Al Viento

Jara en flor. Sierra Norte de Guadalajara

 

FLORES DE JARA

Llega el tiempo de la jara en flor. Los pueblos negros de Guadalajara se cubren de blanco, pero no es nieve, es el manto de jaras y estepas que como cada año florecen destacando con su blancura sobre el verde del campo y las negras pizarras, entre  robles y encinas.

Como todo lo bello, es efímero. Aquí  tienen su momento álgido entre mayo y junio en que las flores lucen en todo su esplendor.

La más abundante y conocida es la jara pringosa (Cistus ladanifer) con sus grandes flores de características manchas color purpúreo en la base de los pétalos, si bien algunas son totalmente blancas.

Los jarales pueden ser muy tupidos, al moverte entre ellos te vas pringando literalmente con las pegajosas hojas. Pero también aparecen mezclados con cantuesos tomillos. Entonces caminar produce una sensación absolutamente relajante con las fragancias desprendidas al roce de las plantas.

jara y cantueso

Es totalmente recomendable venir a la Sierra Norte de Guadalajara en la época de floración. Las vistas, siempre hermosas de la sierra del Ocejón, se acrecientan con el color blanco y el olor de esta humilde planta, propia de terrenos degradados, pero no por eso menos digna de atención, sin olvidar que tiene numerosas propiedades medicinales y de uso en perfumería.

Por eso como cada primavera nos entregamos a su disfrute breve pero intenso.

casa rural y jaras

casa rural «Al Viento del Ocejón» entre jaras

Objetivo Pueblos Negros

 

Cada semana con mi cámara al hombro, mi fiel perro, compañero de tantas aventuras por estas montañas y mi hambre por descubrir rincones y paisajes nuevos me pierdo por estos pueblos y su entorno en busca de la fotografía imposible, esa que por muchas que haga me faltará siempre.

Fotografiando

Cada día descubro una luz diferente a las anteriores, texturas, incluso olores que desearía plasmar en una fotografía. Busco la Naturaleza en plena efervescencia,  a mi paso salen corzos, zorros y aves rapaces o coloridos pajarillos que intento atrapar con mi objetivo a pesar de las dificultades que provoca mi travieso compañero que sale corriendo y ladrando alegremente detrás de cada animal que se mueve por el bosque o entre las jaras ¡Quieto Boss!! le digo en voz baja, pero  este ya va corriendo veloz detrás de la pieza que al cabo de un rato de carrera le mirará desafiante desde una distancia segura.

corzos

La vegetación que me rodea también es foco de atención de mi cámara, en primavera las fotografías se llenan de color gracias simplemente a las pequeñas flores de intenso colorido, o  a los verdes primerizos que cubren el paisaje. Pero sin duda es el otoño, el rey del color en la fotografía.

agallón

 

Subimos fuertes pendientes para poder fotografiar a vista de pájaro los valles y pequeños pueblos que los salpican. Desde lo alto de las montañas, sentimos mejor la inmensidad de la soledad que transmite la Sierra de Ayllón, grandes extensiones de naturaleza sin apenas  población, abruptos perfiles escarpados, profundos barrancos labrados por ríos y arroyos.

Desde las alturas

 

De las cumbres bajamos a la profundidad de los barrancos en busca del agua. Quiero capturar el movimiento en las cascadas y constantes saltos que se forman. O bien, en los remansos, intento captar la vegetación acuática bajo las transparencias….y también los reflejos que persigo…….buscando…..¡qué se yo!

reflejo en el agua

 

De regreso a casa me voy encontrando con el ganado que hasta hace no mucho tiempo fue el principal motor de la economía tradicional de la zona. Fotografío las vacas negras como el azabache, sus terneros, las ovejas y sus guardianes, los fieros mastines, consiguiendo fotografiar la amistad imposible entre estos y mi pequeño compañero.

perros y vaca (2)

 

Ya con los pies en tierra, me encuentro con el mundo rural, sus gentes y sus pueblos, y enfoco mi cámara….disparo a los rincones que no por conocidos dejan de atraerme y descubrirme nuevas visiones.  Los Pueblos de la Arquitectura Negra están aún por descubrir. Yo lo intento cada día con  mi cámara, diferenciar sus matices, ver los diferentes colores del negro que está lleno de azules, tierras, morados. Recovecos escondidos, plazas algo difusas, pequeñas iglesias de bellas espadañas, calles desperdigadas con el encanto del desorden, hermosas ruinas que me muestran su propensión a volver a formar parte de la propia tierra…cada pueblo es diferente de los demás, a pesar de que todos tienen en común la unidad con el entorno natural donde se asientan. Nunca me canso de fotografiarlos y nunca consigo sacar lo que veo, pues siempre es igual pero siempre es diferente.

calle arquitectura negra

Desde la Casa Rural Al Viento del Ocejón, agradecemos a Javier, con su compañero de andanzas Boss, todas las fotografías que nos regala. Por eso he tratado de imaginarme y escribir sobre las vivencias de este aficionado a la fotografía y su inseparable perro.

 

 

 

 

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