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Lagarto verdinegro. Sierra Norte de Guadalajara

Al vivir en un hábitat, no sólo rural, sino tirando a asilvestrado, salvaje o mejor, en medio de la Naturaleza, convivimos con compañeros de fauna silvestre que no sienten especial respeto por la propiedad privada. Esto hace que se nos cuelen diversos animales más o menos agradables a los que intentamos mantener a una prudente distancia de la vivienda…aunque tenemos que compartir jardín, terreno común de plantas y animales, incluidos los humanos.

Uno de los compañeros veraniegos es un lagarto ocelado. Vive en una zona de plantas y piedras y todos los días sale a tomar el sol.  Compartimos el espacio con respeto pero sin agresividad, él no se acerca más de la cuenta y nosotros procuramos no meter mucho las manos por las plantas de su territorio. Es un cliente fijo en la casa rural Al Viento del Ocejón.

lagarto ocelado

lagarto ocelado

Pero un día de verano, paseábamos por uno de nuestros lugares favoritos de la sierra del Ocejón,  de los más frescos y húmedos, donde siempre llevamos los ojos bien abiertos por si encontramos algún animal o planta poco acostumbrados a vivir en este lado de la sierra de Ayllón. Pues ahí mismo, tomando el sol en una piedra muy cerca del agua nos topamos con un precioso lagarto verdinegro.

Así  es como encontramos otra de las joyas naturales de nuestra sierra. El lagarto verdinegro es un endemismo de la Península Ibérica que habita principalmente en la mitad norte, en regiones eurosiberianas. Necesita ambientes con humedad. Aquí lo encontramos muy cerca de un arroyo de aguas limpias, de los pocos que no se llegan a secar en lo más álgido del verano.

Es  una zona con álamos y sauces en las orillas del arroyo y de robles melojos con algunas zonas clareadas por la acción humana, con numerosas cercas de pizarra semiderruídas. Ahí,  entre las pizarras, muy cerca del agua pudimos ver un ejemplar de preciosos colores azules brillantes y verdes llamativos.

lagarto verdinegro

lagarto verdinegro

Estos reptiles están protegidos, y siempre son un regalo para la vista. Él se dejó fotografiar y nosotras admiramos su vistosidad.

Al Viento

 

“Al Viento del Ocejón” nombre de nuestra casa. En su momento ya hablamos de los colores del Ocejón, una de las montañas más emblemáticas de Guadalajara. Ahora nos acercaremos a los vientos. No existe el viento del Ocejón, aunque en esta zona soplen los vientos con cierta frecuencia, su procedencia y trayectoria son distintas.

El origen de “Al Viento” está en una canción que habíamos escuchado muchas veces y que nos traía a la mente imágenes de libertad.

Nubes que anuncian cambios

Nubes que anuncian cambios

Pero los vientos tienen mucho que ver con el clima y con la vegetación que nos podemos encontrar.  Así pues vamos a hacer un homenaje al dios Eolo en nuestra sierra.

El macizo de Ayllón es una comarca montañosa muy particular. Forma una unidad compleja con diferentes sierras y valles fluviales con una orientación peculiar, que hace que los vientos y las borrascas según por donde entren puedan crear zonas de vegetación muy diversificadas. Si se encuentran con montañas, estas hacen de barrera natural impidiendo que los fríos penetren en la vertiente sur. Pero hay corredores y collados por donde se adentran las masas de aire conformando las temperaturas y la pluviometría  que tanta incidencia tendrán en el aspecto físico de nuestro paisaje.

Frío del norte

Centrándonos en la sierra del Ocejón, así soplaría el aire:

Al encontrarnos en la vertiente más resguardada de las montañas, la incidencia de los vientos fríos del norte no es tan acusada, efecto fohen. No obstante, cuando hay nieve en las montañas y sopla viento del norte, este es seco y helador. Una vez que el viento sobrepasa las cumbres nevadas, aumenta su velocidad y desciende por las laderas trayéndonos directamente hasta aquí el frío de la nieve.. Los días de viento del norte, hay que cubrirse bien hasta las orejas.

El frío y el viento hacen que se formen olas de hielo

El frío y el viento hacen que se formen olas de hielo

Los vientos procedentes del este apenas llegan hasta aquí ya que el Ocejón  se encuentra en su trayectoria y les impide el paso.

Por el noroeste, desde el macizo del Pico del Lobo (Cebollera y Lobo) nos vienen vientos fríos y húmedos que penetran a través de los collados o pasos naturales de las montañas. Nos dejan lluvias en otoño y primavera y nevadas en invierno. Ello permite la supervivencia de pequeños ecosistemas con vegetación más propia de latitudes norteñas y podemos encontrar especies como Quercus petrea o  Lilium martagon, plantas ya eurosiberianas, que se refugian en lugares muy húmedos que mantienen el suficiente grado de humedad incluso en verano. Con el calor también podemos encontrarnos con  un amigo estimado y raro de ver por aquí, el lagarto verdinegro.

Nubes en el macizo del Lobo

Nubes en el macizo del Lobo

Desde el suroeste y por el valle del Jarama la cordillera permite que las borrascas de Portugal lleguen a la Sierra de Ayllón, hasta el Ocejón. Los vientos Ábregos son los responsables de la mayor parte de las precipitaciones que tenemos por aquí y además suavizan el clima de toda esta vertiente sur, permitiendo la llegada de la vegetación Luso- Extremadurense hasta la zona de Campillo y otras zonas vecinas. El valle del alto Jarama hace de pasillo para este tipo de vegetación.  Hay maravillosos bosques de alisos en todo el Jarama hasta el Vado y La Vereda. Aparecen encinas, ruscos,  madroños y lentiscos e incluso algún alcornoque.

Y desde el sur, nos llegan vientos ascendentes cálidos y secos. Es muy propio del verano que en las horas centrales del día se levante un aire seco y constante. En la canícula los arroyos estacionales se secan, aunque nunca nos llega a faltar el agua procedente de las montañas más altas, por lo que no pasamos sed. Por fortuna los veranos son cortos y las noches suelen ser frescas para vivificar plantas, animales y personas.

El final de la primavera y el verano es también el tiempo de las tormentas, que pueden resultar bellas y dañinas en muchos casos. En días calurosos la tierra se recalienta y el aire cálido ascendente se encuentra en altura con aire frío cargado de humedad formándose las tormentas que en nuestra sierra han sido motivo de terrores, hasta el punto, de que es posible que la gran cantidad de cruces de cuarcita que encontramos en fachadas y tapias tengan su procedencia en la protección contra las tormentas. Nombres como Majaelrayo son evocadores de este fenómeno meteorológico.

Tormentas primaverales por el oeste

Y así nos encontramos a merced de los diferentes vientos, según entran por un lado o por otro, lo que hace que se produzca en un pequeño espacio la maravilla de encontrarnos una flor eurosiberiana como la preciosa Lilium martagon (azucena silvestre)  a escasos kilómetros del Rusco, propio de zonas más cálidas.

 

Lilium martagon

Lilium martagon

 

Rusco

Rusco

 

Al Viento,

la cara al viento,

el corazón al viento,

las manos al viento,

al viento del mundo

 

 

 

 

 

 

 

 

                                                                                                                                                                                                                                                            Al Viento

                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                  la cara Al Viento

Jara en flor. Sierra Norte de Guadalajara

 

FLORES DE JARA

Llega el tiempo de la jara en flor. Los pueblos negros de Guadalajara se cubren de blanco, pero no es nieve, es el manto de jaras y estepas que como cada año florecen destacando con su blancura sobre el verde del campo y las negras pizarras, entre  robles y encinas.

Como todo lo bello, es efímero. Aquí  tienen su momento álgido entre mayo y junio en que las flores lucen en todo su esplendor.

La más abundante y conocida es la jara pringosa (Cistus ladanifer) con sus grandes flores de características manchas color purpúreo en la base de los pétalos, si bien algunas son totalmente blancas.

Los jarales pueden ser muy tupidos, al moverte entre ellos te vas pringando literalmente con las pegajosas hojas. Pero también aparecen mezclados con cantuesos tomillos. Entonces caminar produce una sensación absolutamente relajante con las fragancias desprendidas al roce de las plantas.

jara y cantueso

Es totalmente recomendable venir a la Sierra Norte de Guadalajara en la época de floración. Las vistas, siempre hermosas de la sierra del Ocejón, se acrecientan con el color blanco y el olor de esta humilde planta, propia de terrenos degradados, pero no por eso menos digna de atención, sin olvidar que tiene numerosas propiedades medicinales y de uso en perfumería.

Por eso como cada primavera nos entregamos a su disfrute breve pero intenso.

casa rural y jaras

casa rural «Al Viento del Ocejón» entre jaras

Objetivo Pueblos Negros

 

Cada semana con mi cámara al hombro, mi fiel perro, compañero de tantas aventuras por estas montañas y mi hambre por descubrir rincones y paisajes nuevos me pierdo por estos pueblos y su entorno en busca de la fotografía imposible, esa que por muchas que haga me faltará siempre.

Fotografiando

Cada día descubro una luz diferente a las anteriores, texturas, incluso olores que desearía plasmar en una fotografía. Busco la Naturaleza en plena efervescencia,  a mi paso salen corzos, zorros y aves rapaces o coloridos pajarillos que intento atrapar con mi objetivo a pesar de las dificultades que provoca mi travieso compañero que sale corriendo y ladrando alegremente detrás de cada animal que se mueve por el bosque o entre las jaras ¡Quieto Boss!! le digo en voz baja, pero  este ya va corriendo veloz detrás de la pieza que al cabo de un rato de carrera le mirará desafiante desde una distancia segura.

corzos

La vegetación que me rodea también es foco de atención de mi cámara, en primavera las fotografías se llenan de color gracias simplemente a las pequeñas flores de intenso colorido, o  a los verdes primerizos que cubren el paisaje. Pero sin duda es el otoño, el rey del color en la fotografía.

agallón

 

Subimos fuertes pendientes para poder fotografiar a vista de pájaro los valles y pequeños pueblos que los salpican. Desde lo alto de las montañas, sentimos mejor la inmensidad de la soledad que transmite la Sierra de Ayllón, grandes extensiones de naturaleza sin apenas  población, abruptos perfiles escarpados, profundos barrancos labrados por ríos y arroyos.

Desde las alturas

 

De las cumbres bajamos a la profundidad de los barrancos en busca del agua. Quiero capturar el movimiento en las cascadas y constantes saltos que se forman. O bien, en los remansos, intento captar la vegetación acuática bajo las transparencias….y también los reflejos que persigo…….buscando…..¡qué se yo!

reflejo en el agua

 

De regreso a casa me voy encontrando con el ganado que hasta hace no mucho tiempo fue el principal motor de la economía tradicional de la zona. Fotografío las vacas negras como el azabache, sus terneros, las ovejas y sus guardianes, los fieros mastines, consiguiendo fotografiar la amistad imposible entre estos y mi pequeño compañero.

perros y vaca (2)

 

Ya con los pies en tierra, me encuentro con el mundo rural, sus gentes y sus pueblos, y enfoco mi cámara….disparo a los rincones que no por conocidos dejan de atraerme y descubrirme nuevas visiones.  Los Pueblos de la Arquitectura Negra están aún por descubrir. Yo lo intento cada día con  mi cámara, diferenciar sus matices, ver los diferentes colores del negro que está lleno de azules, tierras, morados. Recovecos escondidos, plazas algo difusas, pequeñas iglesias de bellas espadañas, calles desperdigadas con el encanto del desorden, hermosas ruinas que me muestran su propensión a volver a formar parte de la propia tierra…cada pueblo es diferente de los demás, a pesar de que todos tienen en común la unidad con el entorno natural donde se asientan. Nunca me canso de fotografiarlos y nunca consigo sacar lo que veo, pues siempre es igual pero siempre es diferente.

calle arquitectura negra

Desde la Casa Rural Al Viento del Ocejón, agradecemos a Javier, con su compañero de andanzas Boss, todas las fotografías que nos regala. Por eso he tratado de imaginarme y escribir sobre las vivencias de este aficionado a la fotografía y su inseparable perro.

 

 

 

 

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Sabinar de Tamajón: el bosque animado

Hubo un tiempo lejano, muy lejano… en que teníamos un clima casi tropical, el mar llegaba hasta Tamajón y por nuestra sierra las aguas discurrían con tanta fuerza que arrastraban a su paso cuarcitas que modelarían la futura sierra en su retirada hasta formar el Valle del Jarama. Hoy, después de varios cambios geológicos importantes, encontramos nuestro actual paisaje, vegetación y clima.

bosque mixto y calizas

Bosque mixto en caliza

En Tamajón se encuentra un Sabinar muy antiguo entre rocas calizas, que tras las huellas dejadas por el agua en tiempos remotos, se tornan en caprichosas y evocadoras formas.

La sabina es un árbol duro y resistente, aguanta el frío, el calor, las heladas y no necesita apenas suelo para vivir, tan solo recibir luz y que no haya otro árbol que le de sombra.

encina

encina

Pasear por lo que también se llama la “Ciudad encantada de Tamajón” es realizar un viaje al pasado. Con un poco de imaginación, nos encontraremos sentados comiéndonos un bocadillo y al mirar las rocas y los preciosos lapiaces, testimonio de otros tiempos, podremos sentir que estamos al borde de una playa de aguas poco profundas. Con suerte podremos encontrar algún fósil marino.

lapiaz

lapiaz

Lo que vemos hoy en Tamajón es realmente un bosque mixto, con encinas,enebros y sabinas  centenarias. A medida que el suelo es más rico, otros árboles van sustituyendo a las sabinas. En este caso son las encinas las que van avanzando. Podríamos decir que el Sabinar de Tamajón se mueve. Según se van desarrollando las encinas, las sabinas se van apartando a otros lugares cercanos donde todavía no hay vegetación arbórea.

Aunque llueve, no hay demasiada agua, esta se va infiltrando poco a poco a través de algunas dolinas y en algunos corredores que podemos distinguir por la vegetación extremadamente húmeda que las rodea con enormes sabinas cubiertas de musgos y líquenes. Y bajo tierra resulta que se está formando un río que sale con fuerza de dentro de la montaña!

Nos encontramos en un sistema kárstico con un laberinto de cuevas, simas y dolinas por donde discurren arroyos bajo la tierra que pisamos.

corredor y cueva con humedad

En este precioso enclave hay rutas señalizadas para caminar o recorrer en bicicleta.

Y en la superficie, nuestro bosque lleno de vida. Aves que nos acompañan con su canto como los carboneros, también zorras o corzos podrán salirnos al paso. Árboles retorcidos a fuerza de sobrevivir cientos de años cuajados de otras formas vegetales….y entre todo esto….en cualquier momento…. sentiremos que alguien nos acompaña en nuestro viaje…bajo las grandes raíces que emergen a la superficie, o quizás detrás de esos troncos que se han unido para abrazarse en un solo árbol, observándonos desde alguna roca…..¿creéis en las hadas, elfos y unicornios…? Si visitáis el Sabinar de Tamajón, es posible que os encontréis con alguno de estos personajes habitantes de los bosques.

sabina con musgo

Pero lo que es seguro, es que siempre observaréis un gran número de especies animales y vegetales, así como la misma Tierra que se reinventa a cada momento en la Naturaleza que nos rodea.